Ashley Graham (nacida en 1989 en Nebraska) es una modelo profesional, neoyorkina de rasgos un tanto latinos, que usa una talla de ropa superior a la "44" (medida europea). Es la protagonista de un anuncio publicitario de una marca de lencería que fue preparado para ser emitido en abril de 2010. Varias cadenas de televisión, entre las que destacan la ABC y la Fox, se negaron a emitir dicho comercial al considerarlo "demasiado provocativo para el gran público". Se armó el consecuente filipostio y finalmente sí salió en la segunda de ellas.
Capturas del anuncio en cuestión.
Puedes verlo desde youtube, vía esta web donde muy acertadamente comentan: "Cómo se escandalizan algunos cuando salen mujeres de verdad que son algo más que huesos."
En la foto superior, posando (es la de arriba a la izquierda) rodeada de otras modelos en una imagen que, aún con su baja resolución, se nota que está photoshopeada tal y como se hace en todo el tinglado profesional. Abajo, tres instantáneas más de esta ricura.
Resulta que simultáneamente a esa polémica, en la portada del número de abril de la edición francesa de una conocida revista salía la modelo Tara Lynn. Chocó bastante por sus medidas: 97-87-93 (talla de ropa "48" europea) en una publicación tan fashion.
Tara (nacida hacia 1983) declaró que perdió 30 kilos con dieta y maquillaje para adecuarse a los standards de la industria pero esa transformación la hizo sentir totalmente infeliz, así que decidió volver a su auténtico peso. Una manifestación más de lo que ha venido en llamarse la rebelión de las "plus size models". Por otra parte, cabe recordar que, por ejemplo, otra compañía multinacional de cosméticos empleó hace poco modelos aficionadas, mujeres normales y corrientes, en grupo y con ropa interior dentro de una campaña llamada "por la belleza real":
Con la que mostraban su oposición a los complejos y a la forma habitual en los medios de presentar estos productos mediante imágenes de modelos medio anoréxicas que las identifican con el canon dictatorial de belleza.
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