Mi esposa habìa quedado gratamente impresionada con su primera experiencia con su amante norteamericano, pasó toda la noche recordando en silencio lo bien que la había pasado, lo bien que lahabían tratado y lo bien dotado que estaba el chico con el que se había encamado...
Ella moría de ganas por contarselos a sus amigas, pero no podía, es una mujer casada y debía mostrarse recatada delante de ellas, después de todo, sus amigas también son peruanas y con mentalidad muy conservadora... jamás lo hubiesen entendido.
¿Y qué hiciste durante el día? le preguntaban (ellas trabajaban durante el día y parte dela tarde), y ella les contaba parte de la historia, almorcé en tal restaurant, visité el parque, caminé por una zona comercial, etc. (no les dijo que acompañada).
Luego en la noche, mientras ellas dormían, mi esposa recordaba la follada que le habían dado y se le mojaba la vagina nuevamente, estaba ansiosa porque llegue el nuevo día y volverse a encontrar con él...
Y el día llegó, era miércoles, sus amigas se fueron a trabajar y la dejaron nuevamente sola para que disfrute de la ciudad y nadie podría negar que estaba disfrutando. Se encontraron en el lugar que habían quedado y se fueron a desayunar, siempre abrazados o tomados de la mano...
Luego del desayuno se fueron a otro hotel, esta vez el estaba preparado, se había tomado la molestia de separar un cuarto con muchas flores y música suave. Ella ingresó al cuarto y se quedó encantada. Lamentablemente debo reconocer que hace mucho tiempo no tengo ese tipo de detalles para con ella aunque lo merece. También hay que tener en cuenta que él estaba a la caza y que mi esposa era la presa, él estaba en esa etapa en que los hombres hacemos casi cualquier cosa por llevarnos a la hembra que queremos a la cama.
Ni bien cruzaron la puerta él la desnudó (y ella no puso resistencia) y a continuación el se quitó toda la ropa. Ambos desnudos se metieron a la cama y empezaron a abrazarse y besarse. Cuando él estubo totalmente excitado ella se dirigió a su cartera y sacó una cinta métrica... había quedado tan impresionada con el tammaño que quería cunatificarlo... él sonrió y le permitió tomar las medidas correspondientes: 23 cm de largo!!! y casi 5 cm de ancho!!!
Se quedó asombrada de todo lo que le había entrado y estaba feliz por el reporte que me iba a poder entregar a su regreso...
Luego tiró a un lado la cinta métrica y continuaron con lo suyo, él empezó a besar sus labios, sus mejillas, sus orejas, su cuello. Le hablaba suave al oìdo, le decía lo guapa que era... a ella le encanta que le hablen al oido, se calienta de saberse deseada, está llena de morbo por estar desnuda nuevamente con aquel semental que el día anterior la hizo gritar de placer.
Ella está empapada, está más que lista para la penetración, esta vez no quiere que tenga cuidado, ya sabe que tremenda verga le entra sin problemas. Él sigue besando su cuerpo, su espalda, sus brazos, sus tetas, mientras sus manos se pasean por todo el cuerpo desnudo de mi mujer.
Él se deleita con su ombligo, lo lame y empieza a bajar para encontrarse con aquel huequito que hace rato lo está esperando... ella separa las piernas y deja que la lengua de su amante tome posecìón de su clítoris y empiece a jugar con él... provocándole esa deliciosa sensación que recorre todo su cuerpo. Ella se deja llevar y coge su cabeza para dirigir sus movimientos aunque él sabe muy bien lo que hace. Ella lo mira, observa ese bello rostro entre sus piernas y se excita más... él continúa hasta que le arranca el primer orgasmo... ella empieza a retorcerse y a gemir y él sin perder tiempo, se coloca un condón y la penetra de un sólo golpe haciéndola estremecer y gritar de placer. Él comienza con un fuerte mete y saca, y a cada metida le arrnacaba gritos que ella no podía n quería contener... una vez más no le importaba que todo el hotel se enterara que se la estaban follando, que era una puta, la más puta de todas.
El la sigue follando, ahora en posición de perrito, ella sigue gritando porque tiene orgasmo tras orgasmo, hasta que él está a punto de descargar su primera dotación de semen... el se retira de la vagina de mi mujer, se saca el condón y eyacula encima de su espalda y parte de sus nalgas.
Debió ser una imagen hermosa, la espalda y nalgas de mi mujer llenas de semen de su amante. El toma su teléfono celular y le toma unas fotos, ella no se incomoda porque no aparece su cara en las imágenes. De modo que hay algunas fotos de mi esposa con la espalda llena de semen que yo no tengo pues nunca pidió que se las pase.
Ella se limpió y se quedaron recostados en la cama, abrazados descansando del agradable ejercicio...
Estaban disfrutando del descanso, abrazados, conversando, cuando entra una llamada al celular de mi esposa, era yo que la llamaba para saber còmo la estaba pasando... hasta ese momento yo no sabía que ya había encontrado con quien hacerme crecer los cuernos y tampoco me lo dijo en ese momento.
¿y cómo has estado? ¿qué has estado haciendo? Me he estado divirtiendo conociendo nuevos lugares, ya te voy a contar cuando regrese... y no me dijo nada más. Resulta que esos nuevos lugares era el sétimo cielo o sus super orgasmos que luego me detalló cuando regresó a nuestra casa.
Conversamos unos minutos y luego colgó para retomar la completa atención a su amante quien había estado acariciando su desnudez mientras hablaba conmigo. Él hizo como un puchero de descontento por haber hablado "con otro" mientras estaba con él... en eso sí fue un poco descarado, se estaba follando a una mujer casada (y él lo sabía) y ahora se hacía el ofendido porque ella hablaba con el titular.
Ella le habló y le recordó que lo que estaba sucediendo era una situación pasajera que por mucho que fuera muy guapo y buen amante, no iba a dejar a su esposo e hijos por él. Si quería podía seguir disfrutando bajo esas condiciones o podían vestirse en ese momento y no volver a verse.
Pues el escogió seguir follando!!!
Luego de la escenita de celos, él la condujo al yacuzi para tomar un baño juntos y entre jabonarse mutuamente empezaron a calentarse de nuevo. Ella ya estaba bastante mojada así que él sólo buscó un nuevo condón y empezó a penetrarla, ella sentada encima de él dentro del yacuzi, lo cabalgaba, a mi mujer le encantaba pegarse de sentones sobre esa enorme polla, disfrutaba sentirla ingresando hasta lo más profundo de ella y sabía que lo iba a exprimir nuevamente, que le iba a sacar más leche de esas enormes bolas que le colgaban al lado de la enorme polla.
Asi estuvo un largo rato hasta que nuevamente empezó el griterío, los gemidos incontrolables, los movimientos vigorosos hasta que ella empezaba a tener su orgasmo... él; sin embargo, continuaba la penetración un buen rato más, ella se retorcía pero él no paraba, follaba y follaba hasta que finalmente se quitó el condón y acercó la polla a su cara... ella la tomó e institibamente se la metió en la boca...
"¿Sin condón?", pregunté yo, "sí, sin condón", me respondió ella. "Se había portado tan bien que merecía que se la mame sin condón", y la mantuvo en la boca hasta que él descargó una nueva ración de semen de la cual una buena parte fue a la boca de mi mujer y otra chorrió por sus mejillas...
"¡Qué rico sabía ese semen!", me dijo, realmente le gustó el sabor porque en lo sucesivo simplemente se la mamó sin condón alguno...
En esa fecha, el interior de mi mujer fue invadido por el semen de otro hombre, no por la ruta que me hubiese gustado pero por lo menos se constituyó en un nuevi hito en la putería de mi mujer.
Ella moría de ganas por contarselos a sus amigas, pero no podía, es una mujer casada y debía mostrarse recatada delante de ellas, después de todo, sus amigas también son peruanas y con mentalidad muy conservadora... jamás lo hubiesen entendido.
¿Y qué hiciste durante el día? le preguntaban (ellas trabajaban durante el día y parte dela tarde), y ella les contaba parte de la historia, almorcé en tal restaurant, visité el parque, caminé por una zona comercial, etc. (no les dijo que acompañada).
Luego en la noche, mientras ellas dormían, mi esposa recordaba la follada que le habían dado y se le mojaba la vagina nuevamente, estaba ansiosa porque llegue el nuevo día y volverse a encontrar con él...
Y el día llegó, era miércoles, sus amigas se fueron a trabajar y la dejaron nuevamente sola para que disfrute de la ciudad y nadie podría negar que estaba disfrutando. Se encontraron en el lugar que habían quedado y se fueron a desayunar, siempre abrazados o tomados de la mano...
Luego del desayuno se fueron a otro hotel, esta vez el estaba preparado, se había tomado la molestia de separar un cuarto con muchas flores y música suave. Ella ingresó al cuarto y se quedó encantada. Lamentablemente debo reconocer que hace mucho tiempo no tengo ese tipo de detalles para con ella aunque lo merece. También hay que tener en cuenta que él estaba a la caza y que mi esposa era la presa, él estaba en esa etapa en que los hombres hacemos casi cualquier cosa por llevarnos a la hembra que queremos a la cama.
Ni bien cruzaron la puerta él la desnudó (y ella no puso resistencia) y a continuación el se quitó toda la ropa. Ambos desnudos se metieron a la cama y empezaron a abrazarse y besarse. Cuando él estubo totalmente excitado ella se dirigió a su cartera y sacó una cinta métrica... había quedado tan impresionada con el tammaño que quería cunatificarlo... él sonrió y le permitió tomar las medidas correspondientes: 23 cm de largo!!! y casi 5 cm de ancho!!!
Se quedó asombrada de todo lo que le había entrado y estaba feliz por el reporte que me iba a poder entregar a su regreso...
Luego tiró a un lado la cinta métrica y continuaron con lo suyo, él empezó a besar sus labios, sus mejillas, sus orejas, su cuello. Le hablaba suave al oìdo, le decía lo guapa que era... a ella le encanta que le hablen al oido, se calienta de saberse deseada, está llena de morbo por estar desnuda nuevamente con aquel semental que el día anterior la hizo gritar de placer.
Ella está empapada, está más que lista para la penetración, esta vez no quiere que tenga cuidado, ya sabe que tremenda verga le entra sin problemas. Él sigue besando su cuerpo, su espalda, sus brazos, sus tetas, mientras sus manos se pasean por todo el cuerpo desnudo de mi mujer.
Él se deleita con su ombligo, lo lame y empieza a bajar para encontrarse con aquel huequito que hace rato lo está esperando... ella separa las piernas y deja que la lengua de su amante tome posecìón de su clítoris y empiece a jugar con él... provocándole esa deliciosa sensación que recorre todo su cuerpo. Ella se deja llevar y coge su cabeza para dirigir sus movimientos aunque él sabe muy bien lo que hace. Ella lo mira, observa ese bello rostro entre sus piernas y se excita más... él continúa hasta que le arranca el primer orgasmo... ella empieza a retorcerse y a gemir y él sin perder tiempo, se coloca un condón y la penetra de un sólo golpe haciéndola estremecer y gritar de placer. Él comienza con un fuerte mete y saca, y a cada metida le arrnacaba gritos que ella no podía n quería contener... una vez más no le importaba que todo el hotel se enterara que se la estaban follando, que era una puta, la más puta de todas.
El la sigue follando, ahora en posición de perrito, ella sigue gritando porque tiene orgasmo tras orgasmo, hasta que él está a punto de descargar su primera dotación de semen... el se retira de la vagina de mi mujer, se saca el condón y eyacula encima de su espalda y parte de sus nalgas.
Debió ser una imagen hermosa, la espalda y nalgas de mi mujer llenas de semen de su amante. El toma su teléfono celular y le toma unas fotos, ella no se incomoda porque no aparece su cara en las imágenes. De modo que hay algunas fotos de mi esposa con la espalda llena de semen que yo no tengo pues nunca pidió que se las pase.
Ella se limpió y se quedaron recostados en la cama, abrazados descansando del agradable ejercicio...
Estaban disfrutando del descanso, abrazados, conversando, cuando entra una llamada al celular de mi esposa, era yo que la llamaba para saber còmo la estaba pasando... hasta ese momento yo no sabía que ya había encontrado con quien hacerme crecer los cuernos y tampoco me lo dijo en ese momento.
¿y cómo has estado? ¿qué has estado haciendo? Me he estado divirtiendo conociendo nuevos lugares, ya te voy a contar cuando regrese... y no me dijo nada más. Resulta que esos nuevos lugares era el sétimo cielo o sus super orgasmos que luego me detalló cuando regresó a nuestra casa.
Conversamos unos minutos y luego colgó para retomar la completa atención a su amante quien había estado acariciando su desnudez mientras hablaba conmigo. Él hizo como un puchero de descontento por haber hablado "con otro" mientras estaba con él... en eso sí fue un poco descarado, se estaba follando a una mujer casada (y él lo sabía) y ahora se hacía el ofendido porque ella hablaba con el titular.
Ella le habló y le recordó que lo que estaba sucediendo era una situación pasajera que por mucho que fuera muy guapo y buen amante, no iba a dejar a su esposo e hijos por él. Si quería podía seguir disfrutando bajo esas condiciones o podían vestirse en ese momento y no volver a verse.
Pues el escogió seguir follando!!!
Luego de la escenita de celos, él la condujo al yacuzi para tomar un baño juntos y entre jabonarse mutuamente empezaron a calentarse de nuevo. Ella ya estaba bastante mojada así que él sólo buscó un nuevo condón y empezó a penetrarla, ella sentada encima de él dentro del yacuzi, lo cabalgaba, a mi mujer le encantaba pegarse de sentones sobre esa enorme polla, disfrutaba sentirla ingresando hasta lo más profundo de ella y sabía que lo iba a exprimir nuevamente, que le iba a sacar más leche de esas enormes bolas que le colgaban al lado de la enorme polla.
Asi estuvo un largo rato hasta que nuevamente empezó el griterío, los gemidos incontrolables, los movimientos vigorosos hasta que ella empezaba a tener su orgasmo... él; sin embargo, continuaba la penetración un buen rato más, ella se retorcía pero él no paraba, follaba y follaba hasta que finalmente se quitó el condón y acercó la polla a su cara... ella la tomó e institibamente se la metió en la boca...
"¿Sin condón?", pregunté yo, "sí, sin condón", me respondió ella. "Se había portado tan bien que merecía que se la mame sin condón", y la mantuvo en la boca hasta que él descargó una nueva ración de semen de la cual una buena parte fue a la boca de mi mujer y otra chorrió por sus mejillas...
"¡Qué rico sabía ese semen!", me dijo, realmente le gustó el sabor porque en lo sucesivo simplemente se la mamó sin condón alguno...
En esa fecha, el interior de mi mujer fue invadido por el semen de otro hombre, no por la ruta que me hubiese gustado pero por lo menos se constituyó en un nuevi hito en la putería de mi mujer.
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