Cómo celebramos el tercer aniversario de mis cuernos

    Habían pasado más de 2 años desde que mi esposa me estrenó como cornudo con aquel masajista con quien folló delante mío, cuernos que luego hizo crecer enormemente durante su viaje a USA en donde folló con un tipo a diario durante una semana...

    Pero ya había pasado casi un año sin experiencias nuevas y yo quería acción. Me enteré de una reunión swinger, de las pocas que hay en mi ciudad, y nos inscribí sin decirle nada.

    El día de la reunión la invité a salir, le dije que íbamos a una reunión con gente que conocía poco, sin decirle de qué se trataba. Por mi parte, ya me había encargado de comprar condones para estar listo a lo que pudiera pasar... Y ahí estábamos en camino, ella hacía preguntas y yo las evadía lo mejor que podía hasta que llegamos.

    Nos recibió el anfitrión y nos explicó las reglas de la reunión quedando muy claro que lo que ahí primaba era la libertad pero por sobre todo el respeto por los demás.

    Habían otras parejas bastante más jóvenes que nosotros, lo que a mi esposa no le gustó mucho. Me pidió que nos retiráramos y yo le pedí que nos quedáramos un poco más para observar a lo que accedió un poco malhumorada.

    Le ofrecí un trago que no aceptó. Ella no quería que el alcohol lo desinhibiera. Y luego de algunos minutos muy tensos me pidió definitivamente que nos retiremos.

    Y así lo hicimos. Salimos del local y como aún era temprano la invité a cenar.

    Durante la cena ella me aclaró todo: el que se excita con los cuernos soy yo, no ella; y ni por casualidad se le ha ocurrido la idea de un intercambio o algo parecido.

    Ella me dijo "Sospechaba que esta salida tenía algo de morboso pero no pensé que era swinger. Esta no va a ser nunca una relación swinger. Aquí yo soy una esposa que saca provecho del permiso que me has dado y tú eres el que disfruta de los cuernos que te pongo".

    Ya con todo más claro seguimos cenando y conversando y luego ella añadió algo que se me quedó grabado en el cerebro: "si me hubieras conseguido una reunión con un buen macho, en este momento estuvieras viéndome follar!!!".


    Al día siguiente puse manos a la obra. Se acercaba el tercer aniversario de mis cuernos y quería celebrarlo como se debe: con mi esposa bien follada por otra verga.

    Empecé a buscar en Internet pero esta vez con más cuidado, alguien que realmente sea del agrado de mi esposa, recordaba que el primero que ma corneó era un poco feo y con la verga pequeña y el segundo, el que escogió mi esposa durante su viaje, ella lo describió com muy guapo y con una enorme verga...

    Así vi a varios candidatos que se ofrecían en internet, vi algunas fotos e incluso llamé por teléfono y, finalmente, escogí.

    El elegido, Arnie, se describía como un hombre alto, bien parecido, de tipo árabe y con un pene de 21 cm, muy ancho.

    Coordiné con Arnie la fecha, la hora, el lugar y cómo debía presentarse.

    Días antes, invité a mi esposa a salir a un hotel (para el día indicado). El día anterior hice algunas compras: antifaces, bocaditos, vino, lubricante y, por supuesto, CONDONES (normales y con sabores).

    Llegado el día, salimos hacia el hotel, mi esposa se alistó algo más que lo normal pero sin mucho esmero.

    Ingresamos al hotel, pedimos la habitación y subimos, ingresamos e inmediatamente puse una excusa para regresar al carro. Ella se quedó en el cuarto y yo bajé, le di las indicaciones a la Administración y llamé a Arnie para indicarle el número de la habitación.

    Regresé a la habitación y me puse a conversar con ella, sin prisa por desvestirla (eso lo debía hacer otro) pero sí con lenguaje caliente.

    El tiempo parecía no transcurrir, se hacía eterno, hasta que al fin tocaron la puerta.

    Yo me levanté rápido para abrir la puerta, mi esposa preguntaba algo desconcertada "quién puede ser?"

    Abrí la puerta y ahí estaba. "Soy Arnie", dijo.

    Lo invité a pasar. Mi esposa estaba sentada al borde de la cama y miraba algo desconcertada.

    Le expliqué que era una sorpresa y ella sonreía. Le dije también que ella era quien decidía y que si no le gustaba lo que veía él se retiraría.

    Imaginen esta escena (yo recuerdo todo como si fuera ayer): mi esposa sentada al borde de la cama, vestida con un pantalón, una blusa y unos zapatos de vestir, con las piernas cruzadas, observa al extraño parado frente a ella que la mira con deseo. Parece agradarle y yo le pido que, antes de que decida, mire todos sus atributos y ella asiente. Arnie, deslizó la cremallera de su pantalón y con algo de esfuerzo extrajo su verga y se la presentó, dejándola expuesta quedándose parado, con los brazos cruzados, mientras ella observa el enorme paquete aún no erecto que prometía ser mejor cuando entre en acción...





    Finalmente ella asintió, me miró y me dijo: "esto lo voy a hacer por ti".

    Y empezó la acción.

    Arnie se desvistió quedándose sólo en calzoncillos, luego se dirigió al baño y se lavó las manos.

    Regresó inmediatamente para empezar a atender a mi esposa. Voy a empezar con unos masajes, dijo. Y acto seguido se aproximó a mi esposa para él mismo empezar a desnudarla.

    Empezó por la parte superior. Descubrió su torso con delicadeza, se notaba que estaba atento a cualquier señal de incomodidad de ella, pero no, ella no estaba "cortada", ni siquiera se sonrojaba y, por el contrario, facilitaba la tarea de desnudarla. Al instante, le quitó también el brasier dejándole las tetas al descubierto.

    Como pueden haber visto en las fotos del blog, las tetas de mi esposa no son grandes pero son muy bonitas y apetecibles y Arnie las empezó a acariciar ni bien las tuvo a disposición.

    Luego ella se quitó los zapatos para luego, echándose en la cama, levantó el culo para facilitarle a Arnie que deslice su pantalón hacia abajo y dejarla sólo con la braguita puesta.

    Mi esposa se echó boca abajo y él se puso encima de ella para empezar a masajear su espalda. Todos estábamos en silencio, había una especie de tensa calma pero no porque fuera una situación incómoda sino porque, según creo, todos queríamos que Arnie la arranque el calzón para dejar a mi esposa completamente desnuda.

    El masaje no duró mucho en la espalda y rápidamente bajó para masajearle las nalgas, el calzón empezó a estorbar de modo que también fue deslizado hacia abajo sin que ella ponga ninguna resistencia.

    Ella está desnuda boca abajo mientras el acaricia sus nalgas, ella separa las piernas y levanta la cola y yo veo como algunos dedos traviesos rozan el ano y los labios vaginales de mi mujercita.

    El termina de desnudarse, la pone boca arriba y empieza a besarle y mamarle las tetas... Desliza su boca hacia abajo y clava su boca en la entrepierna de mi mujer!!! Increíble, una vez más estoy presenciando cómo mi esposa abre las piernas mientras otro macho tiene la lengua metida en su vagina y la degusta a placer durante un buen rato.

    Observo a mi esposa cómo disfruta de la estimulación que está recibiendo, aprieta las sábanas mientras hace gestos de placer y saca su lengua como buscando lamer algo...

    "Quieres que te den de mamar?" - le pregunto, y ella asiente con la cabeza.

    Yo inmediatamente tomo uno de los condones de sabor, lo abro, y se lo alcanzo a Arnie para que se lo coloque y pueda atender el requerimiento de mi esposita.

    Él se lo coloca y se posiciona al costado de la cabeza de ella quien incorpora un poco su cuerpo, sólo lo suficiente como para tener la verga de Arnie al alcance de su boca. 




    Empieza a mamarlo sin problemas, pareciera que ella conociera sexualmente a Arnie desde hace mucho, cualquiera que los hubiese visto podría haber pensado que eran una pareja sexual muy antigua. Ahí estaba mi esposa, tendida en la cama, desnuda, junto a un tipo que le introducía su verga en la boca y ella feliz la tomaba con su mano para dirigirla y masturbarla mientras mamaba.

    Arnie, por su parte, disfrutaba de la mamada y estiraba su mano para alcanzar la vagina de mi esposa quien abría las piernas para facilitar que él jugara con su clítoris.




    Luego de darle de mamar, llegó el momento más esperado, ya su vaginita estaba totalmente empapada y lista para la acción.

    Arnie tomó posición entre sus piernas, que abiertas daban la bienvenida a la verga que estaba a punto de recibir en su interior!!!

    Y, finalmente, Arnie entró!!! Ella dio un leve gemido mientras sentía como se deslizaba la verga en su interior y empezaba el movimiento característico de mete y saca.







    Mi esposa se cogía de las sábanas y las apretaba, Arnie sabía bien cómo moverse y ella estaba disfrutando. Le abrió más las piernas e incluso se las puso al hombro.

     


    Mientras yo tomaba fotos y grababa pequeños videos.

    Arnie se la folló así un largo rato pero luego ella quiso cabalgar, él se echó en la cama boca arriba y ella lo montó, tomando la verga con su delicada mano y posicionándola en la entrada de su vagina para luego pegarse el sentón... Qué delicia!!!




    Mi esposa empezó a brincar feliz, sin vergüenza, simplemente disfrutaba y sacaba provecho de la follada que le estaban dando.


    Él, con las dos manos libres, le acariciaba las tetas, la espalda, las piernas y las nalgas... Ella se dejaba tocar sin recato por aquel extraño que le estaba proporcionando placer y la estaba haciendo gemir hasta que los gemidos se convirtieron en gritos que acompañaban un intenso orgasmo que la hizo estremecer; sin embargo, no desmontó para permitir que Arnie continúe con su movimiento hasta conseguir su propio orgasmo... Y ahí estaba la eyaculación que fue contenida por el condón.

    Mi esposa desmontó y se quedó echada boca arriba, Arnie se quitó el condón y lo dejó sobre la mesa de noche para quedarse echado junto a mi esposa.

    Y ahí empezó una charla de cosas cotidianas mientras yo los atendía con bocaditos y bebidas para los sedientos amantes. Mi esposa me pidió abrir el vino para agasajar al invitado y así lo hice.

    Todos conversábamos amenamente, todos desnudos, Arnie contaba sus experiencias con otras parejas, mi esposa alababa sus atributos y lo bien que lo había hecho. Una vez más me sorprendía lo fácil que le resultaba a mi esposa estar desnuda frente a un extraño y conversar tranquilamente como si se tratara de un antiguo amigo en un restaurante.

    Luego de reposar pedí continuar con una nueva follada, sugerencia que fue aceptada por todos inmediatamente.

    Esta vez mi esposa le colocó un nuevo condón de sabor para mamarlo hasta que quede muy duro para un nuevo "servicio". Lo mamó y lo masturbó hasta que estuvo listo.







    Ella se puso sobre la cama en posición de perrito y él, desde atrás, la penetró!!! Mi esposa gritó muy fuerte y es que ella no tolera bien el látex del condón y su vagina se había quedado resentida por la primera follada.

    Arnie la penetraba con delicadeza tratando de no lastimarla... Y en esa posición le abría las nalgas dejando a la vista el anito de mi mujer. "Qué lindo!", decía, "me gustaría meterla también por aquí"...

    Mi esposa no toleró más el ardor que le producía el condón en su vagina y le pidió que parara y la sacara pero no le habían bajado las ganas así es que me pidió que me eche en la cama y ella inmediatamente me montó y se introdujo mi verga en su vagina recién follada por Arnie.

    No quise dejarlo sin participar y le alcancé una botella de lubricante y le señalé el culo de mi mujer que en la posición que se encontraba sugería una doble penetración.

    Arnie le echó lubricante a su verga con condón y empezó a empujar en la entrada anal de mi mujer pero, con el poquísimo uso que tiene ese camino, lo único que consiguió fue causarle dolor y lastimarla un poco.

    Pero no lo íbamos a dejar con las ganas así es que se puso a nuestro costado y mi esposa empezó a masturbarlo...

    Todos estábamos felices: yo follaba a mi esposa, ella estaba a gusto con una verga en la chucha y otra en la mano y Arnie disfrutaba de la masturbada pero no resistió la frustración de no ingresar en el culo de mi mujer y empezó a introducirle los dedos aprovechando la lubricación que ahí había quedado.

    Cuando mi mujer sintió que la culeaban con los dedos empezó a moverse más fuerte y se adelantaba para sacarse mi verga y retrocedía violentamente para volvérsela a meter y, de paso, introducirse los dedos de Arnie.

    No sé cuántos dedos le metieron en esa ocasión, ella misma no está segura, lo que sí me aseguró luego es que fue más de un dedo los que profanaron su anito y ayudaron a que tenga un nuevo orgasmo que la sacudió violentamente.

    En esa misma posición y con los dedos aún en el culo, terminó de masturbar a Arnie quien volvió a eyacular en el condón.

    Esta vez Arnie tenía que irse por lo que se levantó para dirigirse a la ducha y tomar un baño, mi esposa se metió al jacuzzi a descansar y desde ahí seguían conversando. Yo continué atendiéndolos, sirviendo bocaditos y vino. Mi esposa disfrutó su copa en el jacuzzi y Arnie mientras se vestía.

    Una vez estuvo listo, se acercó al jacuzzi e hicieron un último brindis, se despidió con un beso y se retiró.

    Ahora, estando solos, ya pude descansar y me introduje en el jacuzzi para disfrutar el momento junto a la putita de mi esposa.

    Le agradecí el agradable momento y le prometí que el próximo macho que le conseguiría sería "mejor" a lo que ella me respondió: "y por qué no podemos repetir con él?" Dándome a entender que esta vez mi selección fue la correcta y de su total agrado.

    Desde entonces (hace ya casi un año) no hemos tenido una nueva experiencia pero tenemos las fotos y videitos que revisamos de vez en cuando y no se imaginan lo mojada que queda mi mujer luego de ver sus imágenes follando lo que me la deja lista para folladas espectaculares.

    Ojalá y pronto tengamos una nueva experiencia que la haga crecer como puta y a mi como cornudo.
    Hoy 28 de junio del 2011, se cumple mi 4to aniversario de cornudo y ya que por motivos ajenos a nuestra voluntad no podemos celebrarlo de igual manera, me conformo con compartir esta historia con ustedes.


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