Pues bien, ya está decidido, van a ingresar al mundo cuckold de manera consciente, felices y sin celos ni reproches pero ahora viene la siguiente decisión crucial: Quién será el afortunado que tendrá el privilegio de follar con ella? Quién nos coronará con los tan hansiados cuernos?
No es una elección fácil. Hay muchos aspectos que se deben tomar en cuenta: Será alguien del entorno más cercano? Será algún amigo no tan frecuente? Será un desconocido?
La elección es sumamente personal y tiene pros y contras. Un desconocido tiene la ventaja de que asiste a la reunión, nos provee del placer carnal que estamos buscando y luego se retira para, con suerte, no verlo nunca más; el secreto se mantiene en el anonimato de las identidades de todos. En contra está el hecho de que no se involucran sentimientos, tan importantes para ellas, y el peligro de algunos contagios que se minimizan con el uso de un buen preservativo.
Por el contrario un amigo muestra más sentimientos de cariño, los besos y caricias son sinceros pero la falta de anonimato puede generar un sentimiento de inseguridad respecto de si aquél invitado sabrá guardar la reserva y no hablará del tema con nadie más bajo ninguna circunstancia. Por otro lado, si es alguien de total confianza puede evaluarse el prescindir del uso de condón (aunque no lo recomiendo) que tan molesto les resulta a algunas mujeres, incrementando el morbo de que ella reciba el semen de otro macho al interior de su cuerpo.
Conocido o desconocido, se escoja a quien se escoja, deben ser suficientemente claros con él: Esta es una fantasía de la pareja que, como pareja, han decidido hacer realidad. El corneador es un ocasional y muy afortunado invitado que ha sido elegido para prestar su cuerpo, personalidad y habilidades para proveer de placer sexual a ella, morbo a la pareja y de paso una placentera experiencia para él. Haber sido elegido no le otorga derechos de ningún tipo, más sí obligaciones de mantener la reserva del caso y el respeto por la integridad de la pareja, manteniendo la distancia cuando sus favores no son requeridos.
Pasando a las experiencias personales, es por esto último que nosotros siempre hemos preferido hacerlo con extraños pero aún así siempre se pueden dar situaciones inesperadas; por ejemplo, el último que se folló a mi esposa, mientras se vestía para retirarse, nos comentaba a qué se dedicaba y resultó que por su profesión (la normal no la de cacherito) solía acudir mucho por lugares por donde suele estar también mi esposa pero nunca se ha dado la casualidad de que se encuentren en la calle (o por lo menos no me lo ha contado).
En otra ocasión, en la que se dio durante el viaje de mi esposa, ellos alcanzaron tal grado de confianza que ella llegó a mamársela sin condón, saboreó su semen, le regaron semen por todo el cuerpo y hasta fantasiaron imaginando cómo sería un hijo de ellos (por eso es que, aunque ella no lo acepta, yo creo que también le llenaron de semen su vaginita). Por su parte él intentó convencerla de que se quede con él... por supuesto, mi esposa tenía bien claro que ella había ido, entre otras cosas, por una buena ración de verga extramatrimonial y no para abandonar a su familia.
Por su puesto que, como en toda relación sexual, hay muchos otros factores a tener en cuenta como los rasgos físicos, la personalidad, nivel social, etc. pero estas consideraciones ya escapan al tema que nos ocupa, corresponde a los gustos personales y de la pareja.
Saludos,
Carlos
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