Debemos también tener en cuenta que los cuernos no sólo pasan por la cama.
Hay momentos muy calientes y llenos de morbo en los que las partes ni siquiera necesitan quitarse la ropa para disfrutar de sus cuerpos, las caricias, el morbo y los cuernos.
Por ejemplo, ver cómo otro hombre acaricia descaradamente el culo de mi esposa es fascinante, más aún si esto se hace en público con el peligro de que otros vean la escena.
Imagínense ahora que otro hombre manosea la entrepierna de tu mujer ya sea sobre el pantalón o por debajo de la falda... ufff!!! es realmente morboso, todos se calientan.
Algunas parejas que no están muy convencidas podrían parar aquí como parte de su experimentar. Luego conversarán y evaluarán por ejemplo si pueden tolerar los celos, qué tan cómodos se sintieron, si la persona elegida fue la correcta para un próximo encuentro, etc.
La relación se irá calentando y sólo es cuestión de tiempo para que las prendas caigan al suelo y se inicie la acción.
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